Una tienda física necesita de un local, mobiliario, personal, publicidad impresa y de los gastos que conlleva, en las tiendas en línea los gastos serán los mínimos como un buen web hosting y tu nombre de dominio.

Las tiendas físicas tienen que adaptarse al espacio para mostrar los productos al público, mientras que en una tienda en línea puedes ofrecer todos los productos de tu oferta sin la limitante del espacio.

Con los catálogos en línea un solo producto puede concatenarse con otro con el que tenga relación o que le sea complementario, por lo que muchas veces los clientes serán atraídos por comprar, además del producto que estaban buscando, otros que pueden necesitar.

Una de las principales ventajas que ofrecen las tiendas en línea es que cada producto puede tener especificaciones muy detalladas además del precio, con fotos referenciales, instrucciones de uso y las importantes opiniones de otros compradores.

Cada artículo que se ofrece en una tienda en línea es publicidad en sí misma, estos pueden ser compartidos por las redes sociales o enviadas por correo electrónico en campañas de e-mail marketing.

Con una buena organización con servicios de transporte las empresas pueden optar a vender sus productos fuera de su lugar de origen, bien sea a otras regiones del mismo país o a nivel internacional.

Es una de las mejores formas de recopilar los datos de los clientes, como información demográfica y el tipo de producto preferido, edad, sexo, que sistema operativo o dispositivo usan, horarios, lo que ayuda a optimizar los planes de marketing de la empresa con una segmentación del mercado mucho más precisa.